Esta película es una mezcla de diferentes géneros cinematográficos, lo que genera lo que se podría denominar una comedia negra musical, o de una manera más coloquial, una película gamberra.
Y es que se trata de uno de esos títulos, o una de esas obras, cuya construcción y elaboración podríamos considerar una construcción gamberra, aire fresco y renovación del lenguaje cinematográfico, con construcciones que no quieren seguir la construcción habitual de las obras en algunos de sus conceptos.
La película se centra en a familia Katakuri, dueños de un hostal que en el fondo parece estar maldito. Su primer huésped se suicida, y para salvar la fama del hostal, deciden deshacerse del cadáver. Tras esto, la mala suerte comenzará a seguir a todos los huéspedes del hostal, en lo que parece ser una maldición.
La película sorprende al espectador con números musicales que se van sucediendo a lo largo de la obra.
No se trata de la obra de Miike más reconocida, pero sin duda es una de las obras en las que el director se ha encontrado más libre a la hora de crear, lo que se refleja en la propia obra, con una capacidad y libertad que destaca sobre otros títulos del autor.
Por: Iván Rodríguez
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